San Carlos de Bariloche, con su arquitectura alpina y su toque patagónico, nace a orillas del Lago Nahuel Huapi en medio del Parque Nacional del mismo nombre, ocupando un emplazamiento privilegiado dentro de la región de los lagos. Los vertiginosos picos de los cerros Catedral, Nireco y Shaihuenque, entre otros, orlan la ciudad componiendo vistas de postal en todas direcciones.
En este enclave natural ya os podéis hacer una idea de todas las actividades que se pueden realizar, o no, pues dependiendo de las ganas este puede ser un lugar idílico para la vida contemplativa y sabática.
Y por si esto fuera poco Bariloche es la capital argentina del chocolate; qué lindos y bien decorados los escaparates de las chocolaterías, a más de una y uno que conocemos se le habría hecho la boca agua, eh mami!!
Nosotros aterrizamos en el hostel Patanuk (de dueños madrileños) a los pies del lago, con unas vistas majestuosas cada mañana al despertar, la mejor caja tonta posible eran el gran ventanal con vistas al agua,las piedritas, las montañas,... ahí disfrutamos de la primera nevada y bien cerquita, en una playa, de un atardecer con mil colores.
Después de intentar realizar una gestión que fue frustrada, marchamos al Lago Gutiérrez con nuestro súper equipo de campismo, ja, ja,... (y ya sabréis por qué nos reímos). El primer día caímos en un camping pero pronto descubrimos otro más lindo a orillas del lago, así que el cambio fue rápido. Sin saberlo aún, estábamos disfrutando de los últimos, aunque también de los primeros, días de campaña. El clima nos acompañó, a la mañana soleado y a la tarde- noche refrescaba, sólo el último día nos llovió, pero nada insuperable después del triunfo del barsa sobre los merengues que pude disfrutar con Arturo, el amable dueño del camping.
Trás estos días de lectura y mate al sol, paseos, relax,... regresamos a la ciudad, a terminar lo que habíamos empezado y a rentar un carrito para nuestra aventura patagónica fueguina ¡Qué emoción! por fin íbamos a manejar (conducir) después de tantos meses, ¿se nos habría olvidado? pronto lo sabréis... je, je,...
Ah! en Bariloche celebramos nuestros 6 primeros meses de camineros, seguro que no los últimos pues pica, pica,... empiezas y no paras... ¿hasta dónde llegaremos?
BeSoS pAtAgÓNiCoS
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