martes, 6 de abril de 2010

...eNtRe bOLudOs: "SaLta La LiNdA"
















...y con el cuerpo aún destemplado, aunque bien colmado por los ricos frutos del mar degustados y animado por la buena despedida que nos ofrecieron Chris y Esther, que como en las películas apearon el carro dentro de la terminal de bus por si nos quedábamos en tierra por la hora ya casi justa, marchamos en largo viaje hacia nuestro nuevo destino, Argentina, y más concretamente, la ciudad de Salta, conocida popularmente como "la linda".

El paisaje que ofrece el camino es inigualable, sobre todo cuando te vas acercando a la pequeña población de Purmamarca, asentada bajo el Cerro de los 7 Colores, una espectacular formación rocosa que ofrece una gama de colores de fantasía, ocres, rojizos, verdes,...

Nuestra intención era explorar esa zona, incluyendo JuJuy y la Quebrada de Humahuaca pero nuestros planes se aceleraron por informaciones erróneas y decidimos dejarlo para otra acasión, así siempre nos quedará una excusa para regresar por estas tierras... ja, ja,...

Así que... por fin llegamos a Salta, agotados por las interminables horas de bus. Y de pronto, ahí, nos damos cuenta... ¡con la prisa y el desconcierto de la alerta de tsunami olvidamos el CD de fotos de Bolivia en la computadora del hostal de Iquique! ¡Qué faena! ...y ahora... ¿qué hacemos?

De ahí viene que no tuviéramos mucha variedad de fotos para el resumen del país y de que tuviéramos que agradecer a Esther que nos enviara, a su buen criterio, algunas para la entrada de Potosí y la del Salar. Ella nos salvó de que pudiéramos compartir con ustedes.

Otra buena noticia es que ya recuperamos nuestra alegría, la música, o más bien el aparato para escucharla pues lo compramos en una de las zonas francas que tiene Chile, lo único que ahora hay que rellenarlo y... en eso estamos, poco a poco...

Salta se asienta en una cuenca rodeada de picos verdes y, aunque es una ciudad relativamente grande, aún guarda el encanto y el ritmo de un lugar pequeño y preserva cierta arquitectura colonial, escasa en el resto del país.

Durante nuestra estancia allí nos dedicamos a pasear por sus calles y sus numerosas plazas y parques, también a recorrer sus mercados artesanales, a descansar, charlar y planificar nuestros siguientes pasos.

A la noche, la calle Valcarce se convierte en peatonal y de ella emerge el bullicio y el gentío de sus populares peñas, locales en los que se ofrecen ricos y grasos asados, típicas empanadas argentinas, buen vino y música y baile folclórico y tradicional en vivo. Una gozada disfrutar de los gauchos tan elegantes bailando con ellas, todo hay que decirlo, más discretitas para nuestro gusto y de las voces de algunos cantantes que te transportaban a otra época, ¡pena no haber llevado la cámara! quedará en nuestro corazón...

En fin... días tranquilos... de darle a la pata y al ojo, de hacer día a día cotidiano, de vivir no más...

Ah! las fotillos que os mostramos son casi todas, exceptuando la de la Catedral de la ciudad, de la llegada y la salida de Salta, y el cerro de colores no es el que os contábamos pero sí similar, imagináos!!!


1 comentario:

  1. Amores...eso es lo que sois...de nuevo gracias por compartir vuestras vivencias y sentir. Ya os lo he dicho, pero no me canso de hacerlo, ya que es inemnso el regalo que me hacéis, que nos hacéis.
    Ver vuestras caras llenas de vida y felicidad es...una maravilla para el alma!
    Seguid disfrutando al máximo de la eternidad de cada instante.
    No olvidéis que por estas tierras también os esperamos.
    Muaaaaaaaaaa

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