... y ya con nuestro carrito, motorizados... arribamos a un pueblito llamado El Bolsón, conocido por la afluencia masiva de hippies allá por los setenta, que acudieron atraídos por un pueblecito tranquilo acurrucado entre dos cordilleras llenas de senderos con lindos paisajes, más si tenemos en cuenta que ya se metió el otoño y los árboles en una franja de la montaña van tomando una vistosa tonalidad rojiza.
Allá nos acomodamos en un camping, serían nuestros últimos días de campaña pues enseguida nos dimos cuenta de que no podríamos sobrevivir al frío del sur de esa forma, nuestra idea había sido un poco descabellada, sobre todo, teniendo en cuenta que nuestra carpa se humedecía mucho por el rocío de la noche y, al solo tener mosquitera, el viento que nos entraba y que nos entraría más al sur, nos dejaba heladitos, y más al pelao, je, je,... menos mal que nuestros sacos eran de momia, de los que pareces una oruguita porque te cubren todo.
Así que, a la primera ocasión que surgió, que fue muy rápida, revendimos nuestra casita y nos quedamos igual que estábamos.
En El Bolson estuvimos varios días despidiéndonos del hogar menos duradero que hemos tenido jamás y disfrutando de lindos paseos por los alrededores, además del mercado de artesanias, que no era gran cosa si no tenemos en cuenta la rica cervecita artesanal que pudo saborear Raúl, y es que el pueblo es un gran productor de lúpulo del paií, así que abunda la cerveza casera por la zona.
Las excursiones consistieron en visitar el Mirador del Azul, con una gran vista al valle y al río Azul para desde allí ir a la Cabeza del Indio, una roca que supuestamente tiene el perfil de un indio, eso si le echas un poquito de imaginación. Y otro día fuímos al Bosque Tallado, que era un bosque en la montaña que ardió y que escultores de diversos lugares fueron a tallar después del incendio. También fuímos al Lago Puelo, a unos kilometros del pueblito.
En el comping hicímos migas con el hermano del chico que allí trabajaba, que recién había regresado después de vivir 10 años en España y con el emprendimos viaje hacia Esquel, nuestra proxima parada, pero eso ya será otra historia...
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