¡Buenos días gente!
Después de varios días de ausencia volvemos a la carga y aparecemos en Cuzco. Ésta es la puerta de entrada hacia Machu Picchu.
Es una ciudad andina con una altitud de 3.236 m, por lo que sufrimos el mal de altura en los primeros días; lo que se traduce en dolores de cabeza y cansancio principalmente. Esto se resuelve a base de matecitos de hoja de coca, remedio de los lugareños desde tiempos inmemorables.
En su día, Cuzco fue la capital del Imperio Inca, actualmente es la capital arqueológica de las Américas y la ciudad del continente que más tiempo lleva habitada. Hemos decidido quedarnos aquí durante unos días para poder reflexionar y descansar de los tres meses que llevamos de ruta y así tomar fuerzas para dirigirnos hacia nuestro próximo destino, Bolivia. Tampoco es casual la elección, puesto que aquí nos sentimos un poco como en casa y decimos esto porque Cuzco se asemeja a nuestra querida Granada sobre todo si hablamos del centro histórico y sus callecitas estrechas, empinadas y empedradas.
Estamos en un hostal que tiene cocina y estamos dándole duro a la gastronomía española y es que una de las cosas más cansadas del viaje, sin lugar a dudas, es el tema de la comida. Es un aburrimiento ir a los restaurantes día tras día, al final el estómago, y el bolsillo, dice basta!!
Ésta es una ciudad colonial y muy turistica, su Plaza de Armas es el punto de referencia, en ella se encuentra la catedral y a sus espaldas se ubica el divertido y pintoresco barrio de San Blas. Este es el barrio que nos recuerda al Albaycin, ayyyy...!!!
Desde aquí se pueden visitar innumerables ruinas y pueblitos pertenecientes al Valle Sagrado, nosotros hemos optado por hacer vida cotidiana, no tanto de turista, por lo que aunque hemos visitado algunos lugares, nos hemos salido del circuito turístico habitual y nos hemos dedicado a vivir el día a día, aparcando un poco la cámara fotográfica, pero no os preocupéis que veréis fotos.
Además, el clima aquí también está muy lluvioso, es la época, pero es un poco loco pues lo mismo hace un solazo, que graniza, truena o diluvia. Lo que te hace sentirte más caserit@.
Después de varios días de ausencia volvemos a la carga y aparecemos en Cuzco. Ésta es la puerta de entrada hacia Machu Picchu.
Es una ciudad andina con una altitud de 3.236 m, por lo que sufrimos el mal de altura en los primeros días; lo que se traduce en dolores de cabeza y cansancio principalmente. Esto se resuelve a base de matecitos de hoja de coca, remedio de los lugareños desde tiempos inmemorables.
En su día, Cuzco fue la capital del Imperio Inca, actualmente es la capital arqueológica de las Américas y la ciudad del continente que más tiempo lleva habitada. Hemos decidido quedarnos aquí durante unos días para poder reflexionar y descansar de los tres meses que llevamos de ruta y así tomar fuerzas para dirigirnos hacia nuestro próximo destino, Bolivia. Tampoco es casual la elección, puesto que aquí nos sentimos un poco como en casa y decimos esto porque Cuzco se asemeja a nuestra querida Granada sobre todo si hablamos del centro histórico y sus callecitas estrechas, empinadas y empedradas.
Estamos en un hostal que tiene cocina y estamos dándole duro a la gastronomía española y es que una de las cosas más cansadas del viaje, sin lugar a dudas, es el tema de la comida. Es un aburrimiento ir a los restaurantes día tras día, al final el estómago, y el bolsillo, dice basta!!
Ésta es una ciudad colonial y muy turistica, su Plaza de Armas es el punto de referencia, en ella se encuentra la catedral y a sus espaldas se ubica el divertido y pintoresco barrio de San Blas. Este es el barrio que nos recuerda al Albaycin, ayyyy...!!!
Desde aquí se pueden visitar innumerables ruinas y pueblitos pertenecientes al Valle Sagrado, nosotros hemos optado por hacer vida cotidiana, no tanto de turista, por lo que aunque hemos visitado algunos lugares, nos hemos salido del circuito turístico habitual y nos hemos dedicado a vivir el día a día, aparcando un poco la cámara fotográfica, pero no os preocupéis que veréis fotos.
Además, el clima aquí también está muy lluvioso, es la época, pero es un poco loco pues lo mismo hace un solazo, que graniza, truena o diluvia. Lo que te hace sentirte más caserit@.
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