Nuestro primer destino fué Colonia de Sacramento, un pueblito de unos 20.000 hab. al Oeste de Montevideo y que está banado por el Río de La Plata. Sus orígenes se remontan al siglo XVII cuando lo fundaron los portugueses y posteriormente, reclamado por la Corona espanola vivió un siglo de disputas. Es por ello que el pueblo tenga influencias arquitectónicas tanto portuguesas como espanolas. Actualmente y desde 1995 es Patrimonio Histórico de la Humanidad por su centro histórico.
La verdad es que fué un alivio llegar a un sitio tan tranquilo después de visitar Buenos Aires, Santiago y Valparaiso, todas ellas grandes ciudades y con un ritmo agotador. El lugar da pie a pasear tranquilamente por sus calles adoquinadas siempre acompanadas de grandes árboles a sus orillas que en verano deben proporcionar abundante sombra pero que ahora estaban sufriendo la pérdida de sus hojas, ya caídas en su mayoría. Otra manera de pasar el rato relajadamente es sentándote tranquilamente a ver atardecer frente al Río de la Plata. Una vez oscurece se puede ver a kms de distancia la luminosidad que desprende la capital Argentina.
Nos gustaria destacar la cantidad de coches antiguos que hay en las calles, lo que hace que ciertas veces te haga retroceder en el tiempo situándote en la primera mitad del siglo pasado o en la capital cubana de La Habana , todo un encanto!!
Durante los días que vivímos allí, especialmente el fin de semana, pudimos comprobar la gran cantidad de turistas que recibe y que se pierden por sus callejuelas repletas de tiendecitas de artesanía, galerias de arte, tabernillas...
Al estar en pleno mundial de fútbol, nos tocó vivir allí un partido de la selección Charrúa (Uruguaya) que les proporcionó el pase a cuartos de final. Al terminar el partido la tranquilidad del pueblo se fue al garete y todo fué una explosión de júbilo y algarabía. La gente pitaba en sus carros, todos ellos adornados con sus banderitas y la alegría de los rostros de la gente reflejaba la exaltación de un país con poco más de 3 millones de habitantes que futbolísticamente e históricamente vive y ha vivido a la sombra de dos grandísimos países como son Argentina y Brasil.
En definitiva, fueron días muy agradables y desde aquí se lo recomendamos a cualquier persona que se decida a visitar estas tierras.
Con las pilas puestas nos dirigimos a la capital, Montevideo la cual queda a un par de horas de Colonia. La verdad es que el día que elegimos para viajar salió muy lluvioso es por ello que tras atravesar parte de la costa, nuestra llegada a la capi fue un poco tristona acentuada por ser domingo, día en el cual las ciudades muestran su cara más tranquila.
Montevideo tiene una población aproximada de 1 millón y medio de habitantes lo que significa que casi la mitad de las personas de este tranquilo país mora en su capital. Para ser sinceros, de ella no os podemos decir mucho, paseamos por el casco histórico que realmente no esta muy bien conservado al haber sido sustituido por edificaciones modernas sin ton ni son. Lo mejor de él es el mercado central donde saboreamos el típico vino uruguayo, "medio y medio", llamado así por la mezcla de vinos y que se agarra a la cabeza rápidamente, todo ello acompanado de rico pescadito frito que nos trasportó a nuestros más ricos sabores y que tanto echamos de menos, Ay esos boquerones!!! je, je...
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