Siguiendo nuestro camino hacia el Sur, nos encaminamos esta vez hacia Saraguro, nuestro último destino en Ecuador, un pueblito en medio de las montañas andinas en el que queríamos visitar una asociación de mujeres indígenas saraguro, que lucha por la igualdad de género, llamada "Mamá Cuchara" de la cual tuvimos conocimiento leyendo información sobre la zona. El nombre hace referencia a que su pricipal actividad gira en torno a un comedor en el que ofrecen comida típica y sencilla, repercutiendo ese dinero en la propia asociación. Para nuestra sorpresa y al buscar sobre ellas en internet, por segunda vez en nuestro viaje volvió a aparecer Manu Chao con la canción del mismo nombre, en su último disco "la Radiolina".
Nuestra idea era visitarlas para ver si podíamos colaborar en algo con ellas pero nos encontramos con la dificultad de convocar a 150 mujeres de distintas comunidades indígenas de los alrededores, en un corto período de tiempo. Por este motivo quedamos invitados a una posible vuelta y así poder planificar algún taller de interés para ellas pues estaban motivadas en relación a temas sobre sexualidad, autoestima,...
La sorpresa fue mayúscula cuando les hicimos escuchar la canción que el Manu les dedicó pues ellas no sabían nada y es más, no tenían ni idea de quién era ese artista. Al principio, incluso, pensaban que éramos nosotros los autores, ¿os imagináis?
Las primeras sensaciones en este recóndito lugar no fueron muy positivas pues la gente no era nada receptiva a los extranjeros ¿Por qué? os preguntareis. Sencillo, la historia nos precede y el daño hecho por los españoles, principalmente, no se olvida tan fácilmente, además parece ser que algunos tenían el prejuicio, no tan erróneo en algunos casos, de que a los que marchaban a España para trabajar se les trataba mal. Por el contrario, conocimos a varias personas que nos contaron que su experiencia en nuestro país fue estupenda y que los españoles con los que se cruzaron les habían tratado muy bien.
Estas sensaciones raras se fueron disipando según fuimos teniendo más contacto con ciertas personas y hemos de agradecer a Delia, Luis y su familia, asi como a Zoila y su hija, entre otr@s, su gran hospitalidad y generosidad con nosotros pues con ell@s pasamos uno de esos días inolvidables que hacen de los viajes una de las experiencias más bonitas de este mundo para estas dos personitas que les narran.
Pasamos un Sábado campestre con todos ell@s, primero ayudando en el huerto a recoger patatas y arbejas (guisantes) y luego degustando su plato estrella, el cuy asado. Este gran roedor es lo que nosotros conocemos, o eso creemos, como cobaya.
Nuestros prejuicios gastronómicos no impidieron que disfrutáramos de la degustación de uno de los platos más típicos del país, fue toda una vivencia irrepetible.
Para concluir nos gustaría plasmar nuestro deseo de intentar volver algún día para realizar algún proyecto con ellas, ya que necesitan mucho apoyo y el aprendizaje es recíproco. Así mismo invitamos a cualquier persona interesada en participar con estas mujeres en su asociación, ya que estarían encantadas de recibirlos.
Gracias por continuar compartiendo nuestras aventuras, al leernos os sentimos cerca y viajáis a nuestro lado. 1000 Besos y hasta la próxima,¡¡os queremos!!
Me encanta, menuda experiencia!! y que fotos mas lindas. Un abrazo.
ResponderEliminarHola guapetones! me ha encantado leeros un ratito, aquí a mi lado está Sheila y tiene tantas ganas de irse pa allá! llegará llegará. Mientras tanto seguims proyectando aventuras y una es la de Pachamama. Os dejo aqui el enlace para que veais de que vá. El caso es que tendremos que localizar comunidades de mujeres y ciudades de la zona de la panamericana para rodar los encuentros entre las expedicionarias y las mujeres para hacer música. Así que si veis sitios y conoceis estas comunidades vais como de avanzadilla! que guay. Bueno pues ahi va el enlace http://olivava.wordpress.com
ResponderEliminarAquí os dejo a la Sheila. mil besos y a disfrutaaaaaaaaaaaar. MOliva
Linda y lindo, pero qué alegría me da leeros, me hacéis viajar del sofá sin moverme y...me encanta!! eso, eso, ir de avanzadilla, que nunca viene mal y ya sabéis, a fichar lugares interesantes, donde la mujer tenga un papel relevante pal proyecto del que Oliva os habla.
Bueno amores, que sigáis asi de felices, que las fotos lo trasmiten.
Mil besos de colores, os quieroooooooooo