... y entramos en el que será el último país sudamericano a visitar en esta ocasión, que deseamos que no sea la última. Brasil nos recibe con una bienvenida calurosa y acuática en Iguazú, nuestra primera parada. Aunque un poco venidos abajo por su derrota en este mundial; ya era hora de que dejaran un poquito para los demás, no?
En nuestra visita a la parte brasilera de Iguazú pudimos disfrutar de una panorámica diferente de las cataratas. Desde aquí tuvimos una visión más general de las mismas pudiendo observarlas más desde la distancia, aunque en cierto momento fuímos refrescados por los millones de gotas y vapor de agua que caían de los inmensos saltos, a través de una pasarela que se adentraba sobre el agua y que te ofrecía la sensación de imaginarte deslizándote por la catarata, como si de un tobogán se tratara.
En esta ocasión, además del agua, otros de los protagonistas fueron algunos de los animalitos que nos acompanaron en nuestro paseo. Es el caso de los diversos lagartos que tomaban temperatura al sol, las coloridas y bellas mariposas, una de las cuales se convirtió en confiada amiga de Caro y mía durante una caminata solitaria y que nos sorprendió por su falta de miedo y su contacto directo con nosotras, convirtiendo esos instantes en un recuerdo inolvidable para nosotras. Y ni que decir tiene de los coatíes, unos mamíferos omnívoros, tipo pequeno oso hormiguero que pululan por todo el Parque y a la entrada del mismo y por diversos puntos hay carteles informativos que te piden no alimentarlos pero que no te advierten de lo agresivos que pueden llegar a ser cuando hay comida de por medio aunque tú no se la estés ofreciendo. Y Caro y Raúl lo comprobaron en sus propias carnes cuando se disponían, mientras yo andaba en el aseo, a preparar unos bocadillos para nuestro almuerzo. En plena preparación apareció uno de ellos con bastante hambre por lo visto. Llegó cauteloso y hasta amistoso hasta dejó entrever sus largas garras y sus dientes, destrozando las bolsas de comida de forma agresiva. Fue visto y no visto pero los obligó a golpear "levemente" al bicho mientras un brasilero cachondo tomaba fotos a su costa, aparecerán en youtube? Cuando yo me estaba acercando a ellos me percaté de que algo había ocurrido pues Caro con una bolsa en las manos daba enérgicos golpes al aire intentando espantar al animal, pero como yo no veía nada más sólo pensé que le estaban atacando los mosquitos, je, je,...
Tras este incidente tuvimos "serias" dificultades en encontrar el lugar adecuado para sacar el salame y hacernos nuestros deseados bocatas, fue casi una misión imposible pero nos reímos mucho con la experiencia.
De cualquier manera Iguazú es un rincón del planeta muy recomendable para visitar...
No se lo pierdan!!
Una de las penitas de abandonar Iguazú fue la de que después de casi un mes juntas tuvimos que decirle hasta luego a nuestra amiga Carolina, con la que compartimos trayecto desde Buenos Aires y que fue una gratísima companía. Fue un viaje inesperado para los tres, quién nos iba a decir hace tan sólo unos meses... pero fue muy sencillo viajar con ella, repetiría la experiencia!!
Desde aquí te mandamos mil besos, esperamos que estés disfrutando de tu viaje, estés donde estés... Por cierto, gracias por las fotos, sin tí no hubiese sido posible esta entrada del blog completa.
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