lunes, 31 de mayo de 2010

"eL fitZ RoY jueGA aL eScONditE"






¡Queridas todas y todos!
Seguimos con nuestras andanzas camineras, viajeras,... conociendo, saboreando, deleitándonos,... pero también echando de menos... Bueno, es parte del aprendizaje valorar, aún más, lo que se tiene, aunque parte de eso se encuentre lejos, muy lejos.

Os seguimos contando... del inconmesurable glaciar partimos directamente de viaje hacia el pueblito de El Chaltén, ciudad fronteriza situada en el sector norte del Parque Nacional Los Glaciares. Es la población más joven de Argentina, con 600 habitantes, ya que se creó en 1985 para evitar que Chile reclamará el territorio. Para los que no conozcáis, la Patagonia fue tiempo atrás chilena pero durante la guerra del Pacífico (1879- 1884), en la que Chile se enfrentó a Bolivia y Perú, arrebatándoles vastos territorios y dejando así a Bolivia sin salida al mar, Chile tuvo que ceder a Argentina buena parte de la Patagonia, es por este motivo que se intentan poblar ciertas zonas inhabitadas de esta región.

El Chaltén pueblo no tiene mucho atractivo, pero sí sus alrededores. El pricipal motivo de la asistencia de los viajeros a este pueblito es porque es el punto de acceso al monte Fitz Roy, que en tehuelche significa "pico de fuego" y detrás del cual se encuentra el campo sur de hielo, zona que ya pertenece a Chile. Nosotros estuvimos allí unos 4 días y debido al mal tiempo que sufrimos se nos hizo imposible verlo ni de lejos. En la época en la que nos encontramos es muy habitual que el cielo este cubierto por nubes que se agarran a las montañas y permanecen allí durante días. Esto fue la parte negativa de este clima otoñal, la parte positiva es que nos brindó la posibilidad de disfrutar en la excursión realizada al Lago del Desierto de unos paisajes otoñales sencillamente espectaculares por los colores que mostraban sus bosques.

Por suerte el día que nos íbamos de El Chaltén se presentó ante nuestros ojos la posibilidad de presenciar una vista lejana del Glaciar Viedma aterrizando sobre el gran lago del mismo nombre, ¡¡ que suerte la nuestra!! Fue una despedida inesperada pero que compensaba la imposibilidad de habernos acercado al Fitz Roy.


domingo, 30 de mayo de 2010

"de eScALoFRíO..."







...y con pena por tener que dejar esta tierra tan de fuego y hielo... partimos de nuevo a desandar el camino andado y después de casi 10 horitas de mucha carretera y, de nuevo, fronteras chileno- argentinas, manejando entre los dos por esas rectas interminables de nunca acabar... llegamos a El Calafate bien entrada la noche, así que sólo tuvimos tiempo de buscar otro de los cientos de hogares temporales que estamos teniendo, de cenar y acomodarnos para descansar; al día siguiente ya veríamos cuál sería el plan... y ya ves que si lo vimos claro... me entró no se qué en el estómago y me tiré todo el día en la camita dando paseitos al baño con la vomitera, je, je,... pero no fue nada grave y, al día siguiente ya estaba lista para ver el archiconocido glaciar Perito Moreno.

El Perito Moreno es la atracción principal del Parque Nacional Los Glaciares, ya que es uno de los campos de hielo más dinámicos y de fácil acceso del planeta. Para que os hagáis una idea mide, aproximadamente, 30 km. de largo, 5 km. de ancho y 60 m. de alto pero lo que lo hace más excepcional es su avance continuo de más 2 m. diarios (casi todos los glaciares del mundo están retrocediendo), es por eso que gigantescas masas de hielo del tamaño de edificios se separan brusca y ruidosamente de su cara creando un espectáculo emocionante y colosal, una verdadera explosión de hielo y agua, también debida a que el hielo en su parte inferior se derrite y no puede soportar el peso. Ser testigo, como nosotros fuímos, de este cataclismo natural es algo imposible de olvidar.

El glaciar se divisa desde la península de Magallanes, a través de diferentes pasarelas bien situadas, tan cerca como para poder disfrutar de preciosas vistas y tan lejos como para estar seguro, ya que en tiempos pasados sucedieron diversos accidentes por las enormes astillas de hielo que saltaban con los desprendimientos y que caían al canal de Los Témpanos.

La experiencia de escuchar y ver una naturaleza tan viva fue algo excepcional, ver tanto hielo, con sus diferentes tonalidades de blanco, azul y hasta marrón, por el barro incrustado, no se puede describir fácilmente con palabras... el único inconveniente fue que la climatología no nos acompañó, no paró de llover y claro, con el cielo tan cubierto y tantísima agua cayendo... nunca puede ser lo mismo que con un sol radiante iluminando la grandeza del glaciar, aún así, mereció mucho, muchísimo, el llevar empapados casi hasta los calzones, je, je, je,...

...otra impresionante vivencia viajera que nos llevaremos a la tumba con todos nuestros recuerdos inolvidables...



sábado, 29 de mayo de 2010

"FiN deL MuNdO... pRiNCipiO de tOdO..."






Una vez habíamos tomado nuevas fuerzas, salimos de Río Grande, capital de la pesca de trucha con mosca, con una gran sonrisa en los labios y un sol brillante acompañándonos... Ya tan sólo 220 km. nos separaban de la ciudad más austral del mundo, Usuhaia.

Según nos íbamos acercando, el paisaje otoñal se iba tiñendo de blanco por los primeros copos de nieve de la temporada, ¡qué bienvenida! pensábamos para nuestros adentros. En el camino dejamos a un lado el pueblito de Tolhuin, según los lugareños el corazón de Tierra del Fuego.

Verdes, amarillos, granates, ocres,... árboles de mil colores bañados por la nieve, montañas y el Lago Fagnano a un lado daba, aún más, una impresión de frío invernal. Este lago está compartido con Chile y es de origen glaciar, así que ya os podéis hacer una idea del ambiente que nos rodeaba.

Con las emociones a flor de piel y las lagrimas resbalando a través de nuestras mejillas por la sensación tan palpable de estar cumpliendo uno de nuestros sueños viajeros, de pronto tuvimos que despertar de nuestras ensoñaciones, a 60 km. de Usuhaia, al toparnos con la realidad. La helada eran tal que el Puerto Garibaldi, único paso posible, era necesario atravesarlo con cadenas, ...y carecíamos de ellas. Después del "shock" inicial, de pisar el blanco suelo y acariciar la fresca nieve, decidimos retroceder hasta Tolhuin, acomodarnos allí y ver cómo trancurría el clima en los siguientes días.
A pesar de la primera sensación decepcionante, al recapacitar y darnos cuenta de dónde nos encontrábamos, no percibimos no llegar hasta Ushuaia como una derrota, sino como oportunidad de conocer algo distinto, quizá más autentico y menos explotado turísticamente. Después de todo, estar en Ushuaia es más por situarte en el globo terráqueo y sentirte tan tan al sur, tan lejos de nuestra tierra y tan cerca de la Antártida, sólo 1000 km. Además, la ciudad en sí no es linda, sí los alrededores.

En Tolhuin pasamos varios días, disfrutando de la paz que siguen teniendo algunos pueblos aún.
A orillas del lago Fagnano, Tolhuin tiene 2000 habitantes y al pasar de largo por él los turistas carece de mucha infraestructura, si bien es cierto, según dicen, ha crecido mucho en los últimos años. Tras la búsqueda de alojamiento decidimos quedarnos en una casita bien cómoda, la ocasión merecía la pena, quizá sería la única vez en nuestras vidas que pisaríamos tierra fueguina... quién sabe... ¡la vida te da sorpresas... sorpresas te da la vida! ayy ayyy...

El recibimiento fue bien frío, a las 6 de la tarde tejados, calles y carros estaban escarchados de tal forma que parecía que había caído una gran nevada, nunca vimos una helada así. Sin embargo, al día siguiente al contrario de lo que pensábamos el sol se dejó ver, eso sí, junto al lago casi morimos del frío, hasta me dolían los dientes, je, je,...

Por fin al cuarto día, decidimos no arriesgarnos con el carro, así que tomamos un bus y nos presentamos en Usuhaia, el auténtico culo del mundo, pasando antes por el maravilloso Lago Escondido y sus hermosos alrededores.
Allí habíamos pensado quedarnos tan sólo un día y una noche, así que sin perder tiempo nos organizamos para hacer lo que queríamos que era navegar por el Canal de Beagle y llegar hasta el Faro del Fin del Mundo.

Entre los años 1884 y 1947 Ushuaia fue el penal donde se acogía a los delicuentes y presos politicos más peligrosos según el Estado argentino. Además, todos los archipíelagos que forman Tierra del Fuego, así como la Antártida, fueron objeto de diversas exploracionaciones científicas desde la época de Charles Darwin. Actualmente, la ciudad es punto de partida hacia la Antártida por la "módica" cifra de 5000 $, quizá algún día...

Embarcamos en un pequeño yate y disfrutamos de un lindo paseo, en el que pudimos observar cómo se empequeñecía la ciudad rodeada de grandes picos nevados, el Glaciar de montaña Martial, el puerto,... De nuevo, avistamos lobos marinos, que se reunían en una pequeña isla, distintas aves marinas, cormoranes, albatros,... y caminamos por la Isla Bridges donde moraban en tiempos ya remotos los indígenas yaganes que heróicamente sobrevivían desnudos, untados con grasas animales, hasta que los colonizadores cambiaron sus costumbres, los hicieron vestir y con sus enfermedades esquilmaron drasticamente la población.

La excursión concluyó con la llegada al Faro Eclaireurs, el último faro durante mucho tiempo, verdadero emblema del FIN del MUNDO.

...y las guindas del pastel fueron... tripular el barco como auténticos piratas, pero sin parche, tomar chocolate caliente y cervecita artesanal a bordo y, ya en tierra, un rico asado de corderito patagónico ¡a vuestra salud! ¡¡ummmm!!

Dos días más tarde nos despedimos de la gran isla de Tierra del Fuego, rumbo a El Calafate, dónde nos esperaba el inmenso Glaciar Perito Moreno, pero eso ya lo veréis...


miércoles, 19 de mayo de 2010

"MáS fuEgO..."







"...una imagen vale más que mil palabras..." ¡Qué disfruten de lo lindo!

miércoles, 5 de mayo de 2010

"...CaMiNitO A TieRRa deL FueGo"






...y después del descanso enfilamos rumbo de nuevo... esta vez por la mítica Ruta 40. El plan de viaje sólo de pensarlo era agotador pero el objetivo merecía la pena. Nos marcamos dos jornadas de aproximadamente 1.000 kms cada una de ellas.

En la primera, nuestra meta era llegar a Puerto San Julián para lo cual teníamos que salir de Esquel bien temprano pero sin pasarnos porque podía haber hielo en la carretera. Una vez en ruta, la idea era bajar rumbo sur por la Ruta 40 hasta donde deja de estar asfaltada para posteriormente cambiar de dirección y dirigirnos hacia el Este, la costa Atlántica de Argentina. Esto es imprescindible en estas fechas ya casi invernales al ser el único camino asfaltado que existe para bajar hacia Tierra del Fuego. La Ruta 40 aún continúa siendo de ripio como le dicen por aquí (camino para nosotros) y era demasiada aventura, con un coche pequeñito y con posibilidades de nieve, adentrarnos por allá. Lo bueno de tomar la otra dirección es que los kilómetros se hacen fácilmente al estar el recorrido lleno de rectas interminables que atraviesan llanuras inmensas, la famosa pampa argentina, y con un tráfico casi nulo. Además el hecho de conducir los dos nos vino genial para ir turnándonos sin demasiados descansos.

Algo que nos gustó mucho fue la posibilidad de poder observar a través de las ventanillas del carro la fauna patagónica: guanacos, ñandúes, zorros, armadillos, mofetas y diversas aves. Los guanacos son camélidos y viven en manadas que muchas veces se encontraban al borde de la carretera por lo que teníamos que ir con especial cuidado para evitar posibles sustos.

El primer día cumplimos nuestro objetivo de arribar a Puerto San Julián, allí llegamos agotados y es que en los últimos 150 kms nos acompañó una lluvia incesante.
Al siguiente día y tras brindarnos Puerto san Julian un amanecer espectacular, pensábamos llegar a Ushuaia, ya en la gran isla de Tierra del Fuego; la jornada empezó muy bien y los kilómetros pasaban rápidamente en esas rectas sin fín. Decidimos hacer una paradiña en Rio Gallegos para preguntar por nuestra queridísima amiga Els, a la cual habían operado ese mismo día y desde aquí le mandamos muchos, que digo muchos, muchísimos besos y nuestro más profundo deseo de que se recupere lo antes posible.

Nuestras expectativas una vez reanudada la marcha para llegar a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, pronto se vieron "truncadas" debido al incesante paso de fronteras entre Chile y Argentina. Aún en el continente, (os recordamos que Tierra Del Fuego es una isla más grande acompañada de otras más pequeñas), dejábamos Argentina para pasar a Chile que controla el Estrecho de Magallanes y es en sus ferrys en los que se hace el paso a la isla. Llegábamos en nuestro carrito el cual embarcamos en el barco... Y ¡¡por fín pisábamos Tierra del Fuego!!!, fue toda una alegría, las emociones se multiplicaron por mil, era cumplir uno de nuestros sueños de muchos años atrás ¡¡Estábamos alli!!! ¡¡yuuuhuuuuu!!

Una vez en la isla, se hacen 120 kms de ripio por tierras chilenas y de nuevo frontera chileno-argentina. La verdad todo un rollo tanto papeleo de pasaportes y documentos por el carro alquilado.
Al final decidimos quedarnos a dormir en la ciudad de Rio Grande, Argentina, y al día siguiente emprender rumbo a Ushuaia.
Ya estábamos a las puertas...del fin del mundo.

Aprovechamos para mandar un abrazo y muchos besos para mis vecinos Pepe ,MªFlor y sus hijas, sabemos que han sido abuelos de nuevo, ¡Felicidades!. Agradecerles de todo corazón el apoyo que siempre le dan a mi madre y que en estos momentos, le permiten seguir todas nuestras andanzas. Muchas gracias por todo!!


martes, 4 de mayo de 2010

"LoS ALeRCeS y LoS LaGoS"





... y ahorita ya si que casi casi empezó nuestra verdadera aventura patagónica, al menos la que nos iría acercando de a poquito hacia el sur del continente amerciano y más alla... Con un bulto menos, el maletero a rebosar y nuestro termito para el mate preparado emprendimos camino con Juanma hacia nuestra proxima parada, Esquel. Pero nuestra ruta no iba a ser, en esta ocasión, la más sencilla pero sí la más interesante. Teníamos dos opciones pero elegimos, ya que con carro tienes la ventaja de poder decidir cuáles serán tus pasos, el camino más largo y pedregoso, de ripio como acá le dicen, pero que nos llevaría por parajes bucólicos, llenos de arroyos, montañas, bosques y lagos, en plenos Andes. En concreto, nos vimos inmersos en el Parque Nacional de los Alerces.

El alerce (fitzroya cupressoides) es una de las especies más longevas del planeta, con ejemplares de más de 4000 años, parecido a la secuoya gigante florece en los bosques templados de la Patagonia y crece únicamente un centímetro cada 20 años y algunos ejemplares pueden alcanzar los 4 m. de diámetro y superar los 60 m. de alto, pero sí, sí, mucha teoría pero poca práctica porque nuestro amigo guía después de tanto tiempo fuera y justo recién aterrizado, bastante abrumado, por cierto, por tantos cambios y emociones, se confundía de árboles y nos mostraba arrayanes en lugar de alerces... así que al tiempo ya no sabemos ni lo que vimos, je, je,... pero no importa porque estábamos embelesados con tanta naturaleza.

Por cierto, conoceis la rosa mosqueta, ¿no? de la que algunas y algunos nos ponemos en el rostro o el cuerpo en cremitas o aceites, ¡¡si!! pues es esa frutilla roja que veréis en una fotico si os fijáis bien y que está por toda esa zona como una plaga. Además, con ella elaboran ricos dulces y mermeladas, ¡¡ummm!!

Bueno... y entre unas cositas y otras llegamos a Esquel y nos despedimos de Juanma; allí nos recreamos un par de días en el hostel mirando películas y descansando, tomando fuerzas para los miles de kilómetros, y no exageramos con lo de miles, que aún nos esperaban por recorrer...
Bye, bye!! Os queremos!!