... y de nuevo un cambio de país, de paisaje, de rostros, costumbres, gastronomía,... Abandonamos Perú por Puno, pasando al otro lado de la frontera, lado boliviano, a Copacabana, una pequeña población a orillas del inmenso, interminable y maravilloso Lago Titikaka, el lago navegable más alto del mundo, que con su color azulado y su grandeza parece más bien mar.
La población es turística, sobre todo porque desde allí se ofrecen los tours para visitar varias islas del lago, como la Isla del Sol y la de la Luna. Nuestra idea, en un principio, era pasar un par de días en la del Sol pero, al final, nuestra visita fue más bien breve pues decidimos esperar unos días para poder disfrutar de las fiestas de la Vírgen de la Candelaria que fueron bien interesantes y curiosas para nuestros ojitos occidentales. La fiesta tenía más que ver con la ch´alla, que consiste en una especie de bendición a todos los objetos materiales (carros, camiones, casas,...). En el Calvario, un monte cercano, la gente rentaba parcelitas, con su certificado de propiedad y todo, muy gracioso aquello, y en ellas, decoradas con motivos florales, colocan autos, casas, dinero,... todo en miniatura y lo ch´allan con cerveza, tratando así de conseguir lo ofrendado, pero en tamaño natural, claro, je, je,...
En el pueblo lo que ch´allaban eran los carros auténticos, los camiones,... con sidra o agua bendita proporcionada por el cura de turno.
Durante el día hubo desfiles con música y las mujeres indígenas y los hombres, chic@s y niñ@s vestidos con sus ropas tradicionales bailaban al ritmo, animando el ambiente a lugareños y turistas. Y a la noche, la farra continuaba con grupos musicales, bien horteritas, pero con los cuales la gente enardecía sin parar de beber birra paceña. Fue linda la experiencia.
Por último, nuestra grata sorpresa fue la llegada de Caro, Turri y su amiga Tami. Con ell@s pasamos los dos últimos días antes de venir a La Paz y realizamos un bonito paseo en barco hasta la explotada Isla del Sol, muy turística y en la cual te sajan por todo.
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