EchaLe MoRRo!!!

Pasados los primeros dias de celebraciones, nuestro ritmo de vida se fue adecuando al de la isla, es decir, tranquilidad, solecito, lluvia, paseos por las playas,...

La verdad es que nuestra primera idea era quedarnos por aqui unos 10 dias para posteriormente ir a otra isla llamada Boipeba, que esta realmente cerca y quedarnos en un pueblito del mismo nombre.

Con el paso de los dias nos fuimos sintiendo realmente casi como en casa, empezamos a conocer a gente como los vecinos de calle donde esta nuestra posada y otras personas que trabajan en la isla, lo que nos dio un aire cotidiano deseado en cierta manera de forma insconsciente despues de tanto viajar de un lado para otro. Tambien como os contamos anteriormente, nuestra relacion con los posaderos, Nilda y Marcos, se hizo muy estrecha y cada vez que llegabamos a la posada era como si llegaramos a casa y la familia te espera para charlar un ratito. Ademas... como Marcos habla nuestro idioma, aprovechabamos para asi poder aprender un poquito de portugues.

Morro para haceros una idea aproximada es un pueblito pequenho, que tienes que atravesar para llegar a las playas, la mayoria de las cuales no tienen nombre sino numeros: primera praia, segunda praia,... cuarta praia y despues... praia do encanto,...

La primera playa es utilizada principlamente por los surferos, aunque es la mejor para darse un chapuzon cuando la marea no esta demasiado alta, pues en ese caso la playa desaparece.

La segunda es donde se concentra la mayoria de los restaurantes, bares y algunas tienditas, es por ello que la mayoria de la gente pasa el dia en esta playa. En ella destacan los vendedores ambulantes de artesania, queso asado pinchado en forma de brocheta con un poco de oregano que te tuestan en su carrito donde llevan preparadas unas brasas; asai, que es una fruta amazonica de color morado; colocan su pulpa en el refrigerador y sin que llegue a congelar te la sirven con banana u otras frutas como el mango y le anhaden un poco de granola, buenisimo!!! Ahora sabemos que lo vamos a echar de menos en Espanha, es una delicia para el verano, sana y refrescante. En definitiva, es una playa bastante activa pero en la que tienes la oportunidad de aislarte un poco debido a la existencia de la isla de "saudade", en realidad una peninsula, un pedazito de tierra y palmeras que se ubica en un extremo de la playa y que generalmente esta menos poblada de gente.

En esta segunda playa cada tres dias aproximadamente hacen fiestas nocturnas y los nativos invaden la arena con puestos de fruta fresca que preparan ricos combinados a base principalmente de cachaza, la bebida mas famosa de Brasil y con la que elaboran las ricas caipirinhas. La verdad es que son dignos de presenciar esos puestos, llamados Barracas, con tantos colores y frutas diferentes.

En la tercera playa, fue donde nosotros tuvimos nuestra posada, Sampa No Morro y en la que estas un poco apartado del ruido de las fiestas. En esta playa cuando la marea esta alta no es posible banharse debido a que el agua llega hasta casi las primeras posadas en primera linea, es por esto que muchas veces caminabamos hasta la siguiente en busca de soledad y buenos banhos.

La cuarta playa es muy larga y casi siempre solitaria. En esta localizamos un lugar donde al estar la marea muy baja se quedaban unas piscinas buenisimas para remojarse y donde no hay nadie; ademas estaba el bar "viva a vida" que fue casi un lugar obligado en nuestros paseos por alla. El bar no tenia nada de nada, es un chozo de madera y palmeras que servia cervezitas frescas y tambien langosta pero que nunca probamos porque nosotros todo el pescado, camarones, langostas, pulpo,... lo comprabamos a pescadores ambulantes que te daban un mejor precio. Estamos seguros que a mas de uno os gustaria este sitio por lo sencillo y rustico. Creemos que estaba asi por la buena vida que se daba el duenho y porque realmente no necesitaba nada mas para vivir. A veces nos complicamos demasiado en esta vida y siempre queremos mas y mas, quizas nos iria mejor si tuvieramos otra filosofia de la vida y no la cultura de "tener por tener".

Una de las actividades que puedes hacer en Morro es ir a ver ballenas jorobadas, estas suben desde el polo sur en esta epoca del anho para la reproduccion y la alimentacion de los filiotes. Parte de nuestra larga estancia alli tambien se debio a que estuvimos apuntados muchas veces a la excursion pero por mal tiempo o por falta de gente no llegabamos a hacer. Al final y despues de una de las veces estar en alta mar y tener que volvernos por lluvia, pudimos ver y ya os mostraremos las fotos.

Nuestro dia a dia en Morro era sencillo, nos dedicabamos a caminar, hacer algo de ejercicio por la playa, ver mucho futevoley (el deporte "rey" en Morro, mezcla de futbol y voley) leer, ver peliculas en portugues, darnos algun que otro chapuzon, tomar el sol y hasta salimos un par de dias a pescar con red, no con mucha suerte, eso si.
Un fenomeno que marco nuestra rutina en la isla fue el fenomeno de las mareas; debido a ellas y a su cambio diario, no teniamos siempre la posibilidad de acceder a todas las playas a la hora deseada sino que teniamos que adaptarnos a ese acontecimiento natural pues el agua subia y bajaba de forma asombrosa.

Algunos dias nos acercabamos a Gamboa, un pueblito bien cercano al que, con la marea baja, podias llegar paseando parte por la floresta, parte por la playa, y en el que hay unos famosos barros rosaceos buenisimos para la piel, asi que alli, como gorrinos retozabamos en el lodazal, que gustazo!!

En definitiva Morro es un paraiso, que tiene cerca una gran ciudad como es Salvador de Bahia, y en el que hemos disfrutado de lo lindo y hemos dejamos una pareja de amigos para siempre, que nos facilitaron mucho nuestra estancia alli y a los que aprovechamos para felicitar por su embarazo.

Cambiamos de aires un tiempito y marchamos a Boipeba por 8 dias... aunque en un principio iban a ser mas, queriamos regresar para el Primer Festival de Musica de Primavera de Morro.
Pero eso ya sera otra historia...

Hasta pronto!!!