![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0jIHlUKvGJs3V3Sz-dAgMTch0htItMUT2xJwsXskgs1KdQR3F-NOBSivPicVl1z_5Bobra3M8cMtd_wukppdKET6drknO5L0b8eaOmZ-lxuKUgb4sR2LQytlTcinOnsWOOAsE6mDtvQVB/s320/IMG_3006.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilLxg1PLeEX7SM-dcNyOwkyg08l3CgoHD_EUXrYml0gxTC6vJ7geDnGqwItnfQWRzoAqG0Fij1Iy73ETHUZeb3i0IqXCW4FG1g1_AHkk_7QsGqWixXQpk2JuMpUkBTB7CUzBNok7P6VslE/s320/IMG_2954.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIyelp6Q51v5U3WrB0Uj_Yg3UTTH6aUmGMarQLR12N18n0r4DQ28DtK4N2Lb7XhYyed12F8XQf3GREhb-qDqS4y_wLu7epuCdL6ypijJG6it6ClAeywsznL_0S3Thz1nNvVlSdyB7s51eM/s320/IMG_2963.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgriux-W-LHb2FEpYJosyNhx14-vx-S9M1vHLRW5Nt3AtwZ5UdFr-7Q88iS6W0F6PJMD1ERzaG0_b2WCXnetiviw3d_l5VKVkxGiOmFaq0Sb4hVb8jI3NzGipbi3tO047vFePUWTrrf3RyQ/s320/IMG_2969.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXc78qxPcEsScyCJpa96jsWwEQgrnU2kAcUYb65Bd5KWncHNj8xkl124tMSCWcBeESI7gc3fMZbWfZcvxWI0aNHhth9RaagKIkwXsK3Rj0XuQX3BoewqcdIrJU7nDuXjSoMtRqUOcwTCOp/s320/IMG_2974.jpg)
... y despues de desesperarnos con otro interminable viaje, esta vez de 30 horas debido a un retraso, llegamos a las 12 de la noche a Valenca, cuando en realidad deberiamos haber llegado a las 6 de la tarde, muy agotados.
Valenca no era nuestro destino final y por lo poco que hemos visto es una ciudad sin encanto pero no tuvimos mas remedio que hacer noche alli porque nos fue imposible tomar una lancha hacia el que si seria nuestro destino, Morro de Sao Paolo (cuyo avance fotografico pudisteis disfrutar en la entrada anterior). Bien temprano, despues de escasas horas de suenho, nos dispusimos para el alcanzar un pequenho paraiso...
Morro de Sao Paulo esta encaramado en el norte de la isla de Tinhare, en el Estado de Bahia, al sur de la ciudad de Salvador y su enclave natural es privilegiado.
Llegamos a la isla cuando, aun, el pueblo estaba despertando, asi que todo permanecia bien tranquilo.
En el muelle donde atracan los barcos y los guias contratados por las diferentes posadas te "asaltan"para llevarte a las mismas, segun tus preferencias, reinaba la calma; para nuestra suerte no sufrimos tal agobio pues empredimos camino con el unico de ellos que alli habia; el metodo era sencillo, subir nuestras mochilas a una carretilla de obra, pues en Morro asi son los taxis, y por una vez en el viaje ir libres de esa pesada carga, disfrutando del paseo, hasta el que seria nuestro hogar durante un largo tiempo, aunque eso aun no lo sabiamos.
El paseo comenzo atravesando el simbolo de la villa, la Puerta de la Fortaleza del S. XVII, para desde alli llegar a la plaza y descender hasta las playas atravesando su arenosa calle principal.
Otro de sus simbolos, el Faro, se eleva en unos de los morros (cerros), dandole un encanto especial al lugar e iluminando intermitentemente sus noches. A sus pies, bajo el morro y junto a la orilla del mar se erguia lo que fue una antigua Fortaleza que imaginamos protegia el pueblo de supuestas invasiones.
El dia que llegamos era 11 de julio, dia de la gran final del campeonato mundial de futbol, asi que como no podia ser menos con un futbolero al lado, despues de una merecida ducha y un leve descanso, salimos en busca de una buena pantalla de TV frente al mar. Pedimos unos camarones, unos cangrejitos y unas caipirinhas y a disfrutar... sobre todo con la cara del Ruli, je, je,... y tambien a pasar unos pocos nervios hasta que llego el golazo del manchego y todos los holandeses enmudecieron y los poquillos espanholes que alli nos encontrabamos, respaldados por los brasileros, inventabamos canticos portunholes... "a copa do mundo e nossa!!!!" Los proximos dias os podeis imaginar la frase mas recurrente de los braileros cuando nos preguntaba nuestra procedencia, je, je,...
Al dia siguiente, el 12 de julio, teniamos otra celebracion, mas en relacion con nosotros mismos y con nuestra aventura pues cumpliamos 9 meses de camineros por estas tierras del sur, casi na!
Y con el calendario repletito de celebraciones llegamos, el 13 de julio, a la de mi cumple... 30 anos, (no culos, eh?) no se cumplen todos los dias y menos, aun, en un lugar como este, asi que tenia que ser un gran dia, y asi fue... gracias a los esfuerzos de Raul, que me preparo una sorpresa tras otra a lo largo de todo el dia. Al despertarme obtuve mi primera sorpresilla en forma de pantalones, bien bonitos por cierto... Despues del cafe de amanha (desayuno), marchamos para la playa un ratito y digo un ratito porque para una vez, en nuestra vida, que nos damos el lujo de rentar unas hamaquitas bajo una sombrilla frente al mar... se pone a llover para darle un toque exotico y tropical a este senhalado dia. Tras este episodio humedo nos dirigimos a llamar a la family para que me felicitaran, algo a lo que por viajera he tenido que acostumbrarme hace tiempo, cuando lo habitual suele ser que te llamen a ti, a mi me toca hacerlo al contrario, ja, ja,... no me puedo quejar... Despues de superar las sensaciones de nostalgia y morrinha me deje llevar por el guia Raulinho, que se autocontrato por un dia entero, hasta mi proxima sorpresa, un rico masaje corporal, bien profesional, que me dejo en un estado de bienestar total.
Pero todavia habia mas... no me lo podia creer... Raul se comportaba de forma extranha durante todo el dia pero yo, aunque sabia que tramaba algo nunca pude imaginar... la ultima sorpresa fue una romantica cena, preparada en la posada con la ayuda de Nilda y Marcos (encargados de la misma), a base de frescas langostas, un delicioso pescado de 5 kilos (que no pudimos comer entero), ensalada, arroz,... y un bolo (tarta) de postre; no nos cuidamos mal, eh? Para repostre digestivo unas buenas caipirinhas!!!
Todo esto fue tramado y elaborado durante los dos dias anteriores pues no es sencillo hacer coincidir en la mesa tantas delicias y a un precio irrisorio comparado con los de los restaurantes pues todos los frutos del mar fueron comprados a los pescadores de la zona.
En fin un dia completo, lleno de emociones, carinho y disfrutado en un marco incomparable.
Esto fue posible, en gran parte, gracias a la ayuda de Marcos y Nilda los cuales se involucraron desde el primer momento y mientras Raul me acompanhaba, ellos trabajaban por otro lado.
Este relato os muestra un poco lo agitado de nuestros primeros dias en Morro, tras ellos vendrian tiempos mas relajados, ya vereis...!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario