martes, 22 de junio de 2010

"AgRiduLCe CoNcepCióN"












Después de nuestra gran aventura vulcanera abandonamos Pucón para tomar rumbo hacia Concepción a reencontrarnos con nuestros amigos Caro, Turri y Tami. Les debíamos la visita y la cumplimos; después del aterrizaje movido que tuvieron en Conce, debido al terremoto, teníamos aún más razones para verlos y ellos nos debían un rico asado chileno, así que... allí nos presentamos.


El encuentro fue lindo pues nos fueron a buscar a la terminal de bus, eso siempre emociona y después de todo lo pasado verlos tan bien nos alivió; de allí nos llevaron a su reciente nuevo hogar, muy acogedor.

El fin de semana nos llevaron de excursión a Recinto, un pueblito en la cordillera en el que Caro tiene una casita y allí pasamos los cinco tres días echando leña al fuego, escuchando música, charlando, paseando y, por supuesto, comiendo, entre otras cosas el asado prometido que estaba de chuparse los dedos con sus deliciosas y famosas longanizas de Chillán, un pueblo vecino.
Durante la siguiente semana nos dedicamos a pasear por la ciudad, en ciertas zonas bastante destruída, observando cómo el fuerte temblor y todas sus contínuas réplicas habían hecho estragos en diversos edificios y locales, fue impactante ver cómo habían quedado ciertas construcciones, sobre todo una que, prácticamente nueva, se derrumbó totalmente hacia una de sus caras, quedando atrapada mucha gente y muriendo unas 7 personas. Esa misma noche vimos por TV el documental de Discovery sobre el terremoto y se nos ponía el vello de punta cuando vimos el rostro de un señor, papá de un chico que vivía en el bloque y que no fue encontrado hasta muchos días después sin vida.
Nos impresionó ver en directo muchas imágenes que teníamos guardadas en nuestras memorias de los días en que ocurrió todo y en los que no nos separamos mucho de la pantalla de TV para seguir las noticias y ver qué ocurría en esa zona.

El sonido ambiental de la ciudad era el de todo tipo de maquinaria obrera reconstruyendo la ciudad y levantando el piso de muchas calles para revisar las instalaciones de gas por los posibles escapes. Algunas personas, entre ellos Caro y Turri, tres meses después del terremoto aún no disponían de agua caliente en sus casas.

Estando en Conce tuvimos la oportunidad de conocer un poquito a algunos miembros de la familia de Carolina, a los que les mandamos saludos desde aquí. Su mamá nos invitó a tomar once, parecido a nuestra merienda, y fue muy amable con los dos y otro de los días compramos todos los preparativos y les invitamos a cenar una deliciosa paella que les gustó mucho.

Una tarde visitamos Talcahuano, una comuna de Concepción, que fue de las más devastadas, primero por el terremoto y, a continuación por el stunami, a lo que hay que añadirle los saqueos posteriores. Por lo que nos contaban había barcos en las calles y casas en el mar, imagináos. Lo que pudimos observar fue triste, en la calle principal parecía que hubiesen caído bombas indiscriminadamente en ciertos puntos dejando imágenes desoladoras y en los alrededores del puerto vimos un barco varado en la tierra y otro tumbado junto al espigón.

La familia de Turri vive en Talcahuano y por eso aprovechamos su invitación para, de nuevo, tomar once con ellos.

En definitiva fue un placer muy grande poder ver a nuestros amig@s de nuevo, conocer su entorno y a su gente querida. Desde aquí sólo les podemos dar las gracias por su acogida, esperamos poder devolvérsela algún día en España o donde sea que nos encontremos.

domingo, 13 de junio de 2010

"NatuRaLeZa ExpLoXiVa: PuCóN y eL VoLcáN"



























Desde Chiloé nos desplazamos un poco hacia el norte y al interior, casi haciendo frontera con el país vecino, hasta una población llamada Pucón situada en en el extremo oriental del lago Villarrica y al sur del volcán del mismo nombre. Además, en los alrededores puedes disfrutar de diversas aguas termales y del Parque Nacional Villarrica.

Una de nuestras máximas aventuras naturales nunca vividas comenzó el segundo día de estancia allá, bien tempranito y súper equipados con ropa, calzado, casco y materiales de montaña como el piolet y los crampones para la nieve. Uyyy...yuyuyyy!! qué nos depararía la jornada...

El volcán Villarrica tiene una perfecta forma cónica, alcanza los 2.847 m. de altura, es uno de los más activos del mundo y su historia incluye, al menos, cuatro trágicas erupciones. Durante el día el cráter del volcán se la pasa echando humo y, durante la noche, si el cielo está despejado, se aprecia un inquietante fulgor rojo.

Durante nuestro viaje de trayecto al pueblo nos encontramos con una mujer que nos comentó que en esos días el volcán estaba teniendo cierta actividad mayor de lo "normal" pero que aún se estaba permitiendo la ascensión. Cáspitas!! (je, je,...) pensamos... "ya verás si tenemos que salir corriendo evacuados del pueblo" pero nada más lejos de la verdad. Sí era cierto que estaba más activo pero nada que pudiera causar alarma, ya se sabe cómo los medios de comunicación exageran todo.

Así que... después de habernos informado bien y de contar con unos guías bien profesionales comenzamos nuestra subida. Nos trasladaban en auto hasta la base, a unos 1.500 m. de la cima y desde ahí comenzaba el arduo trabajo de caminar lentamente y en zig- zag, contra un viento fortísimo llamado puelche, que sopla desde la cordillera de los Andes hacia el poniente.

Desde ahí, los guías nos plantearon la posibilidad, debida al viento, de que no fuera posible acceder a la cima porque podría ser muy complicada la ascensión desde cierto punto si no amainaba el puelche y nos dieron lo opción de desistir y devolvernos la plata pero ninguno de los cinco del grupo nos rendimos tan pronto, mejor era algo que nada. Así que poquito a poco comenzamos a subir la inmensa montaña, el tremendo volcán...

El viento era agotador, de vez en cuando te hacía tambalearte pero el paso lento daba cierta seguridad. A cada tanto hacíamos un pequeño descanso para retomar fuerzas bebiendo agüita y comiendo un poco de plátano, chocolate, galletita,... que aunque parezca mentira nos renovaban increíblemente la energía desgastada hasta el momento.

La vista, según íbamos alcanzando altura, se fue tornando espectacularmente impresionante, lagos, montañas, volcanes, nubes,... y el sol dándonos su calor. Nosotros con nuestros equipos parecíamos de una expedición de la serie documental "Al filo de lo Imposible" ¿qué no?

La caminata fue muy dura, posiblemente de las más duras que hayamos hecho en la vida pero seguramente con la mejor de las recompensas... A la mitad, aproximadamente, de la montaña tuvimos que hacer una parada para colocarnos los crampones sobre el calzado, para los que no conozcáis estos artilugios son una especie de pinchos que se hunden en la nieve y te ayudan a adherirte mejor a ella y no resbalar, pero en este caso no eran los más livianos posibles (las agencias abaratan gastos en ese sentido) con lo que dificulta aún más la ascensión por el peso de más que tienes que soportar. De todas formas, pronto te acostumbras a ellos, no queda otra. La parte más delicada llegaba en ese momento, al tener que pasar por el glaciar de montaña y trás él, tener que ascender la parte más inclinada.

Como siempre en estos casos, cuando ya crees que vas a llegar a la cumbre tienes que desengañarte pues aparece la falsa cima, je, je,... qué chistoso te parece en ese momento, cuando ya tu aliento escasea y tus piernas empiezan a no responder.
Pero... por fin y después de un gran esfuerzo físico... apareció la cima del volcán, con su cráter humeante y como campeon@s coronamos la cumbre del Villarrica, yujuuuuuuuuu!!!

Las sensaciones que inundaron nuestros cuerpos fueron de satisfacción por la grandeza de lo que habíamos conseguido y de una gran felicidad, tan sólo contemplar el panorama que desde allí se vislumbraba era alucinante, nunca en nuestra vida habíamos estado tan cerca del cráter de un volcán activo.

Así que ya sólo nos quedaba acercarnos a su boca y desear con todas nuestras fuerzas tener la oportunidad de poder disfrutar de alguna explosión de lava; no todas las personas que suben al Villarrica han tenido la oportunidad de ver la lava roja, incandescente, ardiente, vibrante, estruendosa,... pero nosotros SÍ, fuímos tan afortunad@s!!! Qué belleza más explosiva, más viva, más... me quedo sin palabras para describirla... algo tan hermoso y, por otro lado, tan destructivo, las dos caras de la madre naturaleza. Qué sensación más emocionante y auténtica. La lava tomaba cierta altura, difícil de valorar, y salía disparada hacia una de las paredes del cráter, deslizándose lentamente y ya casi cuando teníamos que marcharnos... plofff!!! la explosión más potente hasta el momento, que por fortuna se repitió varias veces. Fue la guinda, la mejor despedida.

También tuvimos la ocasión antes de descender de observar, desde allá arriba y a lo lejos, el volcán Lanín, mitad chileno, mitad argentino, lo que son las fronteras ¿verdad? parten por el medio hasta un fenómeno geológico.

Ya sólo restaba el descenso, más rápido lógicamente, pero ya harto cansados de tanta emoción y caminata. Al final, ya con los pies muy doloridos, Raúl se reía de mí al verme caminar diciéndome que parecía borracha y es que a ambos ya las piernas nos flaqueaban... mereció la alegría, no la pena... caminar 9 horas por la montaña.

Como podéis imaginar los posteriores días parecíamos el chikilicuatre bailando el robocop y compañía y así las agüjetas nos acompañaron unos días, éramos muy chistosos caminando.
Así que para relajarnos uno de los siguientes días marchamos a relajarnos a Los Pozones, una de las termas de la zona, ¡a disfrutar se ha dicho! nos lo merecíamos...

Ah! no queríamos olvidar mandar un saludo a Nydia y Egidio, los dueños del hostel en el que nos alojamos, que nos trataron tan rebien y nos invitaron a comer en familia, gracias por todo.

sábado, 12 de junio de 2010

y... OtRa VeZ eN ChiLe: "ChiLoÉ y SuS LeyeNdaS"






...Abandonamos la ciudad de Bariloche y con ella Argentina, al menos, por el momento.

Marchamos hacia Chile, más concretamente hacia la Isla Grande de Chiloé (la segunda isla en tamaño de Sudamérica después de Tierra del Fuego) que según muchos de sus moradores no es Chile o, mejor dicho, no se sienten identificados pues tienen una idiosincrasia bien diferente, de hecho quisieron hacer un puente que uniese la isla con el continente para mejorar las comunicaciones y la asistencia sanitaria, por ejemplo, y los isleños se negaron, quieren conservarse tal cual y no impregnarse de lo foráneo; esto se debe a que este grupo de islas evolucionó de forma independiente al resto del país, librándose de la influencia conformista de Santiago y de la invasión colonial, permaneciendo aisladas hasta mediados del S.XIX y creando una cultura y sabor propio.

Chiloé es un brumoso y verde archipiélago, cuando no está cubierto de neblina o lloviendo, es porque está lloviznando, por lo que no disfrutas del todo de lo colorido del lugar. En ese sentido nos recordó un poco al ambiente gallego, tan húmedo.

El motor de la isla era y sigue siendo la pesca aunque en la actualidad se concentra en la cría del salmóm y el marisco, que os aseguramos que es muy rico...

Chiloé tiene una arquitectura particular con construcciones típicas de madera y diferentes colores como la de los palafitos, casas construídas sobre estacas al borde del agua. También es conocida por sus más de 150 icónicas iglesias de madera, algunas de ellas Patrimonio Mundial de la Unesco.

Por otro lado, aunque eso no pudimos sentirlo, el archipiélago tiene una rica cultura espiritual basada en una mitología mezcla de brujería, leyendas, mitos,... como el del pajarito de no se qué nombre que representa al demonio y llega a tu lado y te canta y le tienes que invitar a comer porque si no lo haces... quién sabe qué... y, de hecho nos contó una amiga que a ella le cantó y lo invitó a comer a una hora y a esa misma hora llegó un hombre en caballo y se llevó el plato de comida que tenían preparada, ¿os lo creéis? y así muchas historias más, como la de las niñas que se embarazan y le echan la culpa a otro personaje mitológico diciendo que él las preñó, ¡vamos en plan espíritu santo!

Dentro de la gran isla nosotros nos ubicamos en la población de Castro, la capital de la provincia, pena que nuestro alojamiento dejaba un poco que desear y el frío nos tenía un poco paralizados.

Uno de los días fuímos de visita a la isla de Quinchao, tomamos un bus y cruzamos el mar en ferry y de ahí al pueblito de Achao. Algunas de las casas de madera, junto con la iglesia del pueblo perdieron el color original, adquiriendo un tono un tanto tétrico que sumado al gris nublado del cielo ofrecían un panorama un tanto desolador, como de película de terror.
Para terminar sólo deciros que la fotografías de las iglesias que aparecen en nuestro blog os las mostramos porque son representativas de la zona donde nos encontramos, no porque para nosotros signifiquen algo más allá de la belleza de su arquitectura.

viernes, 11 de junio de 2010

"bRaSiLoChE"












Nuestro último viajecito en carro comenzaba... caminito hacia Bariloche de nuevo. Y allí llegamos con un día algo gris y frío en busca de una camita en Patanuk, el hostel en el que ya nos alojamos anteriormente. Recordaros que esta ciudad es la capital del chocolate y en las fotos teneis una muestra del arte que tienen, ya se vine el mundial y se nota...
En principio no tuvimos suerte porque estaban de reparaciones pero conseguimos una muy buena recomendación, y digo muy buena porque tuvimos la oportunidad de poder disfrutar, gratuítamente, todos los días del hermoso y enorme jacuzzi con vistas al lago que tenían.

Como anécdota os contaremos que la ciudad, en tono humorístico, es conocida como Brasiloche por la cantidad de brasileros con plata que inundan la ciudad para desde allí realizar todo tipo de actividades deportivas, tan abrigados en la época invernal que parecen "teletubies", je, je,...

Aprovechamos que aún nos quedaba un día con el auto para visitar un par de sitios, uno de ellos, el Cerro Campanario, de una belleza incomparable, posiblemente de las vistas naturales más lindas que hemos podido contemplar desde un mirador.

También nos acercamos a la estación de esquí, a pesar de que por las fechas aún no estaba en funcionamiento, para dar un paseíto, tomar un refrigerio y poder observar el Cerro Catedral.
A los dos días de nuestra llegada madrugamos y fuímos a entregar el carro y ahí nos dio un bajón pues tuvimos que pagar de más por un pequeño arañazo, según los de la agencia rotura, que tenía el parachoques trasero, quizá dañado por el salto de una piedra en el camino de ripio o quién sabe qué...

Bueno... lo que más nos dolió fue que el supuesto dueño, muy listo él, ja! al que conocimos en ese instante, dejó caer acusándonos, que una de las ruedas, que era diferente, la habíamos cambiado nosotros, nada más lejos de la verdad... pero bueno...

El resto de días lo pasamos relajados, en nuestra línea, para que os vamos a engañar, ja, ja,... para eso nos tomamos un año sabático, ¿no? Pues que... ¡viva la buena vida y el viaje!
Hasta pronto Argentina, nos enamoraste y volveremos. Ahora nos espera Chile y nuestros amigos queridos!!!

miércoles, 9 de junio de 2010

"ViLLa LAnGoStINoS"






Villa La Angostura, conocida vulgarmente como "Villa Langostinos", y es que a nuestro amigo Aldo siempre le salía este nombre y asi se quedó rebautizada, es un pueblito cerca de Bariloche bien conocido por tener cerca el Parque Nacional Los Arrayanes. El Arrayán es un árbol con corteza de color canela. La estancia aquí se redujo a tres días y es que el mal tiempo se nos vino encima y no pudimos ni ver el sol, ni el Parque, es por ello que nos dedicamos a dar algún paseo, jugar ping pong, ver peliculas, tomar vino argentino y poco más que ya es mucho!!

De aquí marchamos los cuatro de nuevo hacia Bariloche a entregar nuestro querido carrito, que tan bien se portó con nosotros, y a preparar nuestro retorno a Chile.
Pero eso ya vendrá en la próxima entrega...

De momento os mostramos algunas fotillos, algunas del trayecto desde S. Martín hasta Villa Langostino.

martes, 8 de junio de 2010

"3.000 kms HaSta... La ReGiÓN De LoS LaGos!!!"






...Y una vez visto el pueblito de El Chaltén y sus maravillosos alrededores, iniciamos el viaje de vuelta hacia la zona norte de Patagonia. Nuestro destino era san Martín de los Andes, unos cuantos kms al norte de Bariloche. Para ello nos esperaban 3 días de viaje, rehaciendo los kms hechos a la bajada. tuvimos dudas sobre si hacerlo por la ruta 40 pero como os contabamos anteriormente, las condiciones climatológicas nos lo iban a impedir. Quizás en un futuro tengamos la posibilidad de pasar por esos parajes tan desolados y despoblados.
El viaje de vuelta se hizo más duro por el fuerte viento que reinó durante esos días en toda la Patagonia, el coche pequeñito se nos hacía a veces ingobernable y la velocidad tenía que ser baja para poder seguir haciendo kms y kms.
Al tercer día llegabamos a San Martín de los Andes, durante el trayecto pudimos comprobar que al volver a pasar por sitios ya recorridos, el otoño había avanzado y los colores de los árboles eran diferentes.
San Martín es el punto de partida para recorrer la ruta de los lagos y que nos llevaría de nuevo hasta Bariloche, donde entregaríamos el carro alquilado.
El pueblito es tranquilo en esta época pero se nota que allí veranea gente de alto nivel adquisitivo. Se encuentra a orillas del lago Lácar que es el único de la zona que desemboca en el Oceáno Pacífico y que en su parte occidental baña tierras chilenas, es inmenso y lo pudimos comprobar dando un paseo hasta un cerro cercano que nos brindó la posibilidad de tener una magnífica vista del pueblo y de parte del lago.
Una grata sorpresa que nos deparaba fue el encuentro en el hostel con Aldo y Milena, un chico mexicano de Guadalajara y una chica de Cerdeña, Italia, que actualmente viven el Londres. El buen rollo surgió de inmediato y la verdad es que pasamos unos días muy buenos con ellos.
Después de tres días, partimos los cuatro hacia el sur por la ruta de los Siete lLgos con el objetivo de disfrutar de los paisajes pero la verdad es que la lluvia nos arruinó un poquito el paseo. Y con el tiempo otoñal llegamos a Villa la Angostura.