sábado, 2 de octubre de 2010

"PeNuLtiMa EstAciON... JeRiCoAcOaRa"






... Parecia imposible pero todo llega... y ya nos encontramos, por ahora, apurando los ultimos cartuchos viajeros que nos quedan. Y para ello elegimos un rincon brasilero en la costa, al norte del pais, un pueblito llamado Jericoacoara, mas conocido como Jeri, con calles arenosas, rodeado de diferentes lagunas de agua dulce y arena blanca que son una delicia y de grandes y doradas dunas, la mas cercana Porto do Sol es "invadida" por nativos y turistas cada tarde para ver el atardecer y despues disfrutar en la playa de una rueda de Capoeira.

Para llegar hasta aqui, y a pesar de que tomamos un vuelo, no resulto del todo sencillo. Cuando dejamos Morro tomamos un catamaran direccion Salvador de Bahia. Alli nos esperaban Eva, una amiga con la que estudie la carrera, y Tiago, su pareja, que recien estrenaban matrimonio y que moran en la gran urbe salvadorenha.

Como al dia siguiente saldria nuestro vuelo Salvador-Fortaleza y a la vuelta volveriamos unos tres dias, sumado esto a la pena por la cercana despedida, no tuvimos mucha voluntad de salir a conocer la bulliciosa ciudad, sobre todo despues de venir de donde veniamos y de que las aglomeraciones del Festival de Primavera dieron paso a una tranquilidad mas disfrutona aun, si cabe, en Morro. Asi que despues de que nos recogieran en el Puerto y nos acomodaramos en su acogedor hogar nos dedicamos a charlar con ellos y a "relajarnos".

Al dia siguiente tomamos nuestro vuelo y al llegar al aeropuerto de Fortaleza tuvimos que esperar unas horas para despues tomar un bus direccion Jericoacoara; lo que sucede es que como es un pueblo de dificil acceso porque las carreteras son caminos de arena, a mitad de camino cambiamos a una especie de camion bus, medio descapotable y un tanto incomodo que nos trajo hasta aqui, rozando las 2 de la madrugada.

Nuestra idea inicial era rentar una casita para un mes pero debido al horario, forzosamente, la primera noche la tuvimos que pasar en una posada y al dia siguiente emprendimos nuestra ultima busqueda de un hogar (sin contar con el que tenemos que buscarnos cuando regresemos, je, je,...). Tras ver unos cuantos lugares, casi por casualidad, nos encontramos con un rinconcito que parecia acogedor, una posada bastante retirada del centro, con jardines, hamacas, piscina, cocina e internet gratis. Casi desistimos al principio porque despues de hacer una incursion, la posada parecia desierta pero, finalmente, nos hicieron la mejor oferta por las mayores prestaciones, asi que... estaba claro.

Con respecto a eso hemos tenido muchisima suerte pues "a galera" que lleva la posada son dos chicos israelitas muy buena onda, Elad y Joav, y sus dos "namoradas" brasileras, Ruth y Lily, que en todo momento nos han ayudado en todo lo que hemos precisado y con los que hemos compartido algunos buenos ratos.
A lily le mandamos un abrazo especial, esperamos que vuelvas flor...

Ademas, hemos estado practicamente solos en la casa durante todo el mes, disfrutando de los maravillosos espacios a nuestra voluntad.

Ahora aqui el clima es mas caluroso y seco que en Bahia y da la casualidad de que son fechas ideales para hacer surf, kitesurf, windsurf,... por los fuertes vientos que soplan. Es por lo ventoso que no es facil permanecer mucho tiempo en la playa. A pesar de ello nosotros nos buscamos algun pequenho rincon donde es posible disfrutar del mar y del solecito, casi todos los dias procuramos ver el atardecer desde la playa, la duna o el cerrito que hay detras de casa. La puesta es realmente bonita, el mar tiene un azul muy especial y combina con el naranja del sol de forma espectacular. Jeri es de los pocos lugares en Brasil en el que, por su orientacion, puedes ver el atardecer sobre el mar.

El Pueblo es basatante chiquito, son cuatro las calles que bajan a la playa y que son cruzadas por callejuelas. Asfalto no hay por ningun sitio y sus calles son recorridas por buggys, coches especialmente hechos para este medio. Dar un paseo en uno de ellos por los alrededores puede ser una experiencia agradable ya que, al no tener ventanas, sientes la brisa del mar en el rostro... y la arena en los ojos, en las orejas, en la boca,... un gustazo, verdad? Para gustazo el que nos dimos con la experiencia de manejar uno de ellos por los caminos arenosos.

Otro inconveniente que tiene la arena es que caminar por ella es agotador y todo cuesta el doble, mas si tenemos en cuenta el calor de ciertas horas del dia, eso si nuestras piernas ya las quisiera Indurain!!

Como detalle deciros que no hay banco ni cajero; tenemos que ir a un pueblo que se llama Jijoca y que esta a 20 km. para sacar la escasa plata que nos queda.

Como os comentamos, en la zona existen numerosas lagunas de agua dulce como Lagoa Paraiso, Azul, Corazon,... Es alli donde es sencillo combinar los cuatro elementos primordiales de "a boa vida": la hamaca, el agua, el sol y la birra, que vida mas dura!! Sinceramente pensamos que son de los mejores chapuzones en agua dulce que nos hemos dado en la vida, sin contar, claro, con nuestras queridas Lagunas de Ruidera!!

Si siempre os hablamos sobre la relajacion y la tranquilidad que nos invaden en ciertos momentos o lugares... llegados a este punto tenemos que reconocer que nuestra vida aqui es de lo mas holgazana y sabatica que os podeis imaginar... los kilometros quedaron atras y ya solo nos queda reflexionar y meditar sobre lo andado y vivido en este tiempo, que no es poco.

La verdad es que no tenemos ya muchas ganas de contar... Creemos que es nuestro momento para hablar, reir, expresar lo vivido, lo sentido, lo conocido,... son tantas las personas en quienes pensar y a las que dedicar unos momentos y, que cojones, por que no tomarnos una capirinha maconhera de mas y volar...? Sin querer queriendo hasta vamos a tener una gran fiesta de despedida, en nuestra posada, con un concierto de reggae brasilero, que mas podemos pedir!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario