




El alerce (fitzroya cupressoides) es una de las especies más longevas del planeta, con ejemplares de más de 4000 años, parecido a la secuoya gigante florece en los bosques templados de la Patagonia y crece únicamente un centímetro cada 20 años y algunos ejemplares pueden alcanzar los 4 m. de diámetro y superar los 60 m. de alto, pero sí, sí, mucha teoría pero poca práctica porque nuestro amigo guía después de tanto tiempo fuera y justo recién aterrizado, bastante abrumado, por cierto, por tantos cambios y emociones, se confundía de árboles y nos mostraba arrayanes en lugar de alerces... así que al tiempo ya no sabemos ni lo que vimos, je, je,... pero no importa porque estábamos embelesados con tanta naturaleza.
Por cierto, conoceis la rosa mosqueta, ¿no? de la que algunas y algunos nos ponemos en el rostro o el cuerpo en cremitas o aceites, ¡¡si!! pues es esa frutilla roja que veréis en una fotico si os fijáis bien y que está por toda esa zona como una plaga. Además, con ella elaboran ricos dulces y mermeladas, ¡¡ummm!!
Bueno... y entre unas cositas y otras llegamos a Esquel y nos despedimos de Juanma; allí nos recreamos un par de días en el hostel mirando películas y descansando, tomando fuerzas para los miles de kilómetros, y no exageramos con lo de miles, que aún nos esperaban por recorrer...
Bye, bye!! Os queremos!!
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